La Organización de los Estados Americanos (OEA) lanzó este sábado un urgente llamado a los gobiernos de las Américas para que tomen acciones inmediatas y efectivas para proteger los glaciares, esenciales para el abastecimiento de agua dulce. El pronunciamiento se realizó en el marco del Día Mundial del Agua y subraya los peligros del cambio climático, que está acelerando el retroceso de estos ecosistemas clave en regiones como los Andes y otras zonas montañosas del continente.
Impacto directo sobre el agua y los ecosistemas
La OEA destacó que los glaciares no solo son masas de hielo, sino fuentes vitales de agua, energía y biodiversidad, que sostienen a millones de personas en las Américas. La acelerada desaparición de estos glaciares compromete la seguridad hídrica, el desarrollo agrícola y la producción de energía limpia, además de poner en riesgo los medios de vida de las comunidades que dependen directamente de ellos.
En el comunicado, la OEA expresó que este fenómeno está afectando especialmente a las mujeres, pueblos indígenas y comunidades rurales, quienes son las más vulnerables a los desastres naturales relacionados con la escasez de agua.
Crisis sin precedentes y acciones urgentes
El organismo internacional también alertó que desde 1975 los glaciares han perdido una masa de hielo equivalente a 9 billones de toneladas, lo que representa un cambio dramático, especialmente en este siglo. En 2024, el deshielo alcanzó una cifra histórica, derritiéndose 450,000 toneladas de hielo, lo que confirma la aceleración del fenómeno.
Para la OEA, “cuidar los glaciares hoy es asegurar el agua y la vida para el mañana”, por lo que se hace imperativo reforzar las estrategias de adaptación y mitigación del cambio climático a nivel regional.
El impacto en la región es inminente
La OEA remarcó que los efectos del retroceso de los glaciares ya son evidentes en la disponibilidad de agua potable, afectando la producción agrícola y poniendo en peligro la generación de energía limpia en varias regiones. Además, el organismo subrayó que este deterioro acelerado de los glaciares también pone en peligro la estabilidad de los ecosistemas que dependen de ellos, lo cual exige una respuesta inmediata para proteger estos recursos vitales.






